Educación para la Ciudadanía Global
“Nuestros colegios son una magnífica plataforma para escuchar, servir y contribuir a que los niños y los jóvenes de hoy puedan soñar con un mundo nuevo, más reconciliado, justo y en armonía con la creación, del que ellos mismos han de ser los constructores”. P. Arturo Sosa, 2017
La Ciudadanía Global es la búsqueda de un bien común mayor, tenemos la convicción de que es a través de la educación como mejor y más eficazmente podemos construir Ciudadanía Global. Se trata de una misión claramente compartida, no solo entre el laicado y la vida religiosa, o entre sectores apostólicos, sino con todas aquellas personas que, a lo largo y ancho del mundo, trabajan en la consecución de la meta 4.7 de la Agenda 2030: “De aquí a 2030, asegurar que todos los alumnos adquieran los conocimientos teóricos y prácticos necesarios para promover el desarrollo sostenible, entre otras cosas mediante la educación para el desarrollo sostenible y los estilos de vida sostenibles, los derechos humanos, la igualdad de género, la promoción de una cultura de paz y no violencia, la ciudadanía mundial y la valoración de la diversidad cultural y la contribución de la cultura al desarrollo sostenible”.
Con la inspiración de la Visión Ignaciana -la reconciliación con Dios, con la Creación y con la Humanidad-, un ciudadano o ciudadana global es alguien capaz de comprender en profundidad la red de interdependencias que conforman nuestro mundo y asumir su propio lugar en esta realidad global. Se siente parte y corresponsable de la familia humana y del ecosistema de nuestro planeta. A través de una actitud de discernimiento continuo, busca ser agente de cambio y transformación a través del compromiso con su entorno local. Sus acciones están fundadas en el profundo deseo de construir un mundo más justo y equitativo, en solidaridad y colaboración con las demás personas, promoviendo un desarrollo humano y sostenible en su hacer cotidiano, tanto en el plano personal como institucional.
En esta definición se destaca de manera especial la consciencia de la interrelación entre lo local y lo global, así como el sentimiento de pertenencia a la comunidad humana y ecológica universal. Ambas se consideran condiciones para incidir en la transformación de la realidad actual de una manera profunda y eficaz.
Para ello, se hace necesaria una PROPUESTA EDUCATIVA INTEGRAL que promueva:
Educar para el análisis crítico, que encuentra su fuente de sentido en la compasión, y que a través del discernimiento da una respuesta responsable y comprometida, para promover la justicia desarrollando un sentido de responsabilidad común ante las preocupaciones, problemas y desafíos locales y globales.
Educar para la inclusión y la equidad, ayudando a reconocer las diferencias y a transformar las desigualdades desde un enfoque y mirada de género.
Educar en la interculturalidad desde el respeto, la valoración de la diversidad y la acogida como fuente de enriquecimiento del propio marco cultural; como oportunidad para ampliar el propio modo de entender la vida y el mundo.
Educar en el cuidado de la naturaleza y del medio ambiente, fomentando valores, competencias y actitudes que permitan hacerse cargo del mundo al que debemos “labrar y cuidar”, sabiendo que “el fin último de las demás criaturas no somos nosotros, sino que todas avanzan junto con nosotros y a través de nosotros hacia un término común que es Dios” (Laudato si, 42).
Educar en la participación democrática como mecanismo de corresponsabilidad y compromiso en la construcción de una sociedad justa, equitativa y solidaria.
Educar en la valoración del diálogo como herramienta para la resolución pacífica de conflictos y para un ejercicio de la ciudadanía activo y responsable, desde la comprensión cristiana de las relaciones humanas basadas en la reconciliación, el perdón y la misericordia.
Educar en la interdisciplinariedad, trabajando desde y para el desarrollo integral de la persona, y ayudando así a generar una mirada compleja e interconectada de la realidad. Para nosotros, este desarrollo integral de la persona significa educar en las 4C (conscientes, competentes, compasivos y comprometidos). Todo el esfuerzo de la interdisciplinariedad debe ir orientado a profundizar la concreción de esta comprensión de la educación integral como las cuatro dimensiones que se complementan y alimentan unas a otras.
Educar para una Ciudadanía Global incide de lleno en lo que podríamos llamar la dimensión internacional de nuestras escuelas. Nos debe llevar a una pedagogía y programación que aspire a preparar al alumnado para entender y respetar las culturas del mundo, respetar y valorar la diversidad, estar abiertos a experiencias de países, costumbres y culturas que son diferentes de las propias y a tener una perspectiva global de las injusticias sociales. Los colegios jesuitas disponemos de la red Educate Magis establecida para conectarse, participar y relacionarse alrededor del mundo. Esta suministra una plataforma a todas nuestras instituciones y educadores para comprometerse mutuamente en procesos dinámicos y creativos.
Ámbitos de Ciudadanía global
- JUSTICIA SOCIAL
DERECHOS HUMANOS… Y DEBERES HUMANOS: Derecho a vivir con dignidad y consciencia de las obligaciones que nos generan los derechos de los demás.
DESIGUALDAD Y POBREZA : El valor de la solidaridad como respuesta a las injusticias del mundo.
MOVILIDAD FORZOSA Y HOSPITALIDAD o Generar una cultura de la hospitalidad con las personas que padecen una movilidad forzosa como resultado de conflictos bélicos, desigualdades económicas, motivos climáticos, como derecho suyo y como deber moral y humanitario nuestro.
RECONCILIACIÓN CON LA HUMANIDAD: Entender el servicio de justicia y paz al que nos llama Jesús como la principal forma de combatir el sufrimiento de nuestros hermanos y hermanas.
2. INTERCULTURALIDAD E INCLUSIÓN
DIVERSIDAD: Reconocer, valorar y aprender de la diversidad cultural, étnica, lingüística, sexual, religiosa, funcional…
RESPETO E IGUALDAD: Impulsar la lucha contra el racismo, la xenofobia, la aporofobia, la homofobia y cualquier otra forma de discriminación.
CONVIVENCIA Y DIÁLOGO: Más allá de la simple acogida o el respeto: la interculturalidad es buscar activamente el diálogo, la convivencia y el deseo de aprender del otro.
RESOLUCIÓN PACÍFICA DE CONFLICTOS: El intercambio de cosmovisiones, competencia imprescindible de los ciudadanos y ciudadanas globales.
3. EQUIDAD DE GÉNERO Y COEDUCACIÓN
LAS RELACIONES DE GÉNERO: Una visión crítica sobre el modelo patriarcal, las relaciones de poder, la discriminación de las mujeres y los estereotipos vinculados a lo masculino y lo femenino.
LA ESCUELA COEDUCATIVA: Una respuesta desde la educación para conseguir que mujeres y hombres incorporemos nuevos referentes y nuevas formas de vivir la masculinidad y la feminidad y formar personas en igualdad, libres, autónomas y responsables.
ÉTICA DEL CUIDADO: Aprender a cuidar de sí mismo y de los demás, valorando la importancia de asumir las labores de cuidado de forma equitativa, como un compromiso en favor del bien común.
4. DESARROLLO HUMANO Y SOSTENIBLE
ANÁLISIS CRÍTICO DE LA REALIDAD: Una visión crítica que exponga sin ambages la crisis ecosocial, el cambio climático, la insostenibilidad del modelo de desarrollo económico actual, la conexión local–global, la sobreexplotación de los recursos naturales y la responsabilidad que tenemos en todo ello.
CUIDADO DE LA CASA COMÚN: Colaborar en la misión de “prestar ayuda a la sanación de un mundo herido, promoviendo una nueva forma de producción y consumo que coloque la creación en el centro”.
ESTILOS DE VIDA SOSTENIBLES: Apuesta por un consumo responsable y justo, búsqueda de sistemas alternativos de producción y consumo e impulso a las nuevas formas de relación con la naturaleza.
5. PARTICIPACIÓN DEMOCRÁTICA
CIUDADANÍA GLOCAL, LIBRE, CRÍTICA Y RESPONSABLE: preparar en competencias para ejercer una ciudadanía local-global responsable (capacidad de debate y diálogo desde la diferencia, toma de decisiones compartida, espíritu de equipo, sentido de pertenencia, etc.).
PARTICIPACIÓN: Ejercer las formas de participar y comprometerse hacia dentro y hacia fuera del centro como primera toma de contacto con la participación democrática.
TRANSFORMACIÓN DE LA SOCIEDAD: Compromiso con la transformación de la sociedad, con la construcción de una sociedad justa y solidaria, siendo miembros activos de la sociedad civil.